Fránkfurt es una ciudad que enamora, una ciudad que vive de contradicciones, clichés, verdades a medias y exageraciones. Fráncfort es una ciudad rica y elegante, de negocios, es, al fin y al cabo, la capital financiera de Alemania. Pero tras sus rascacielos esconde innumerables teatros, museos, galerías de arte y discotecas.
Aunque Fránkfurt es una ciudad mucho menos poblada que Múnich o Berlín, es más internacional y abierta que cualquier otra ciudad alemana. Quizá sea por los más de 50 millones de pasajeros que circulan cada año por su aeropuerto o por los visitantes de sus más de 40 ferias, o tal vez sea simplemente debido a los extranjeros que se han establecido en ella: un 28% de los ciudadanos de Fráncfort no son alemanes, estos proceden de 180 países diferentes. En verano, cuando las calles se llenan de grupos de origen diferente y caravanas decoradas en el Desfile de las Culturas, uno se da cuenta del colorido y del multiculturalismo que hay en esta cosmopolita ciudad.
Un curso de alemán en Frankfurt es ideal para los amantes de las ciudades internacionales y multiculturales. No te arrepentirás, Frankfurt probablemente te sorprenderá, y seguro que no te dejará indiferente.
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